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Las mascotas son una muy buena compañía pero como todo ser vivo, están expuestas a contraer enfermedades. La contaminación con parásitos puede ser transmitida las personas con graves consecuencias. Una mascota desparasitada es una mascota feliz y además, garantiza la salud de sus dueños.
La contaminación con parásitos puede ser transmitida las personas con graves consecuencias. Una mascota desparasitada es una mascota feliz y además, garantiza la salud de sus dueños.
Los más propensos de adquirir infecciones por parásitos transmitidos por una mascota son los niños, las personas que descuidan su higiene personal y quienes están en tratamiento con medicamentos que debiliten su sistema inmune. Además, obviamente, dueños de de mascotas que no las desparasitan regularmente.
Los perros mayores de 6 meses deben ser vacunados todos los años con dos vacunas: la vacuna séxtuple y la vacuna antirrábica. Los gatos adultos deben ser vacunados anualmente con la vacuna Triple Felina, la vacuna antirrábica y si el test de diagnóstico es negativo, también con la vacuna contra la Leucemia Felina.
Además, debe seguirse un programa regular para prevenir parásitos internos y externos.
Las enfermedades más comunes que pueden afectar a las mascotas son: Parasitarias Externas:
Son microrganismos que se hospedan en la piel del animal, alimentándose de su sangre y actuando como agente o vector de otras enfermedades. Los más comunes son pulgas, garrapatas y sarna. Las pulgas son el parásito más común e irritante que afecta a los perros y gatos, y pueden provocar complicaciones en la piel como la dermatitis alérgica como reacción a las pulgas.
- Riesgos:
Estos insectos pueden causar anemia, irritaciones en la piel y actuar como transmisores de otras enfermedades.
- Transmisión:
Es por contacto, por proliferación ambiental o por falta de higiene y control oportuno.
Parasitarias Internas
Los más frecuentes son los gusanos redondos y los gusanos planos (lombrices y tenias). Según el grado de parasitación, pueden causar una lesión a los tejidos donde está situado el parásito, obstrucción del intestino o de los conductos biliares, sustracción de sangre y de otros elementos vitales para la adecuada nutrición del animal, como son las vitaminas y minerales e, incluso, alterar el sistema inmunológico.
- Riesgos:
La severidad de los daños en caso de transmisión a las personas es variable dependiendo del tipo de parásito, la vía de ingreso, la edad y el estado inmunológico de la persona, pero pueden ir desde síntomas imperceptibles, hasta la muerte de la persona.
- Transmisión:
El ser humano puede contraer los parásitos animales mediante la ingestión accidental de larvas o a través del contacto con su mascota. También puede infectarse a través del contacto con fecas contaminadas o con el pelaje, que puede transportar huevos, o mediante pulgas contaminadas.
Infecciones respiratorias, digestivas, urinarias y de la piel. Las infecciones de origen viral, bacteriano u ocasionadas por hongos pueden ser prevenidas y tratadas eficazmente mediante vacunas o medicamentos.
Medidas de prevención Para mantener a sus animales sanos lo más importante es mantener una buena higiene, un control periódico de su mascota y el programa de vacunación al día.
Parásitos externos:
Son los de más rápido desarrollo. Los especialistas recomiendan un control permanente, y...
- Revisar el pelaje y la piel,
- Observar la conducta de su mascota (si se nota decaído o débil)
- Ver sus reacciones (si se rasca o mueve bruscamente).
Parásitos internos:
Para evitar que las personas adquieran parásitos es recomendable:
- No introducir en la boca objetos ni manos sucias.
- Lavar frutas y verduras antes de ingerirlas.
- No sentarse, recostarse o jugar en sitios contaminados con deposiciones de perros y gatos.
- Lavarse bien las manos después de jugar con la mascota.
- Evitar el contacto estrecho con animales infectados.
- Lavarse bien las manos de manera rutinaria. FUENTE: http://www.pe.terra.com/salud/interna/
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